Acercamiento sectorial a la actividad económica artesana de Castilla Y León

Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Castilla y León

Acercamiento sectorial a la actividad económica artesana de Castilla Y León

17/07/2015 Blog GESCULCyL 0

capturadaEl Sector Artesanal en Castilla y León

A priori, es complicado hablar de un sector virtual y que no existe como tal y donde el primer problema para comprender la realidad económica y social de la actividad artesana es la propia identificación de las empresas, ya que no existe la posibilidad de utilizar las formulas estadísticas económicas habituales para su estudio.

Esta dificultad de estudio socio económico de la artesanía, supone desde el punto de partida una infravaloración de la actividad empresarial, sobre todo si la única opción específica de identificación es el Registro Artesano de CyL, ya que éste es de carácter voluntario, por lo que es difícil saber el volumen real de las empresas artesanas existentes en la región.

En Castilla y León actualmente existen diferentes opciones para “acercarse” a la realidad productiva de la artesanía:

  • El Registro Artesano de Castilla y León. Sección 2ª (Dirección General de Comercio – Junta de Castilla y León)

Registro que cómo se ha dicho es de carácter voluntario y que tenía su sentido para las empresas cuando existían ayudas específicas a las empresas inscritas en el registro artesano.

  • El sector artesano español en las fuentes estadísticas y documentales. (Dirección general de la política de la pequeña y mediana empresa. Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Es la fuente documental más importante que se ha realizado sobre el sector artesanal en España y en Castilla y León. Este estudio puso de manifiesto la importancia real de una actividad económica que da empleo directo a más de 200.000 personas en el país, de los que 7.000 corresponden a Castilla y León.

  • Encuesta sectorial de la artesanía en Castilla y León (CEARCAL)

Esta encuesta fue realizada por el Centro Regional y puso de manifiesto la importancia del sector en el medio rural así como en la incorporación de la mujer en la actividad empresarial artesana.

La artesanía fue una de las primeras competencias que se trasladaron a las Comunidades Autónomas desde el estado central. En el caso de Castilla y León, las competencias administrativas de los oficios se regularon mediante decreto en el año 1987 y en la actualidad se encuentran en la Dirección General de Comercio y Consumo y el decreto vigente es el 74/2006 de 19 de octubre donde se vinculan a las empresas de los oficios artísticos y tradicionales como elementos del patrimonio histórico y cultural y como herramienta de desarrollo económico.

Actualmente las empresas artesanas se han convertido en una opción profesional para jóvenes emprendedores o alternativa laboral para aquellas personas que por edad, género o formación se pudieran ver excluidas del mercado de trabajo.

¿Pero de qué se habla cuando hablamos de artesanía?

Es probable que una de las mayores dificultades del sector es su invisibilidad, y es que la artesanía como tal no existe como sector, es decir, que no tiene un CNAE propio que permita hacer las valoraciones económicas y sociales, como sucede con la industria del automóvil, los productos químicos dónde es fácil saber cuál es la aportación al PIB, los empleos directos, las empresas…

Por otro lado, el decreto que regula el sector de la artesanía en Castilla y León (muy similar al resto de las comunidades autónomas) intenta aclarar que es la artesanía, pero aparte de referirse a la actividad artesana como un sistema singular de manufactura en el que existe un componente manual, es determinante la intervención personal, exige un conocimiento de las materias primas y las técnicas y que se trata de una actividad económica, es decir empresarial, no acaba de aclarar qué es realmente una producción artesana, ¿Por qué, qué es un sistema singular de manufactura? ¿Acaso hay algo más singular que un robot multidireccional soldando carrocerías? O, ¿en qué sistema productivo no es determinante la intervención personal y hay partes de componente manual? O, ¿dónde no es necesario el conocimiento de las técnicas en el tratamiento de las materias primas o el sentido estético?

A esta indefinición hay que sumar el desarrollo de la era digital por la que cualquier producto es susceptible de ser mecanizado industrialmente mediante fresadoras de CNN, o por impresión en 3 dimensiones.

Y por último, qué pasa con el uso de los nuevos materiales y sus oficios: resinas, epoxis, poliéster, nuevas fibras textiles, carbonatos, policarbonatos… teniendo en cuenta que la mayoría de los repertorios de oficios de apoyan en materiales tradicionales como la piedra, cerámica…

Parece mal comienzo para intentar entender que es la artesanía y según lo expuesto parece que la artesanía ni siquiera existe.

¿Entonces qué es realmente la artesanía?

¿Lo hecho a mano? ¿Y cuánto parte hecha a mano? ¿Todo? ¿Un 50%?

¿Sólo son artesanos los oficios preindustriales?, ¿Y si es así donde ponemos la frontera temporal? ¿En 1750 o mejor 1792? ¿Y por qué estas fechas y no otras?

Desde el Centro Regional de Artesanía hace años que se ha querido aclarar este problema con una definición que permita ajustar estos conceptos, entendiendo que la artesanía es sólo una forma de hacer o producir los objetos relacionados con los oficios artísticos y tradicionales cuya realización no está industrializada.

Ya que en pleno siglo XXI hay solo hay dos formas de hacer objetos, industrialmente y artesanalmente.

Y si además sumamos que la artesanía es una actividad económica, es decir empresarial, el resultado de su producción debe ser rentable en un mercado libre y globalizado, es decir que por cuestiones de eficiencia a nadie se le debería ocurrir competir con una industria que fabrica tornillos haciendo tornillos iguales con un procedimiento artesanal.

Por lo tanto, la producción artesanal hoy sólo tiene sentido si pone en el mercado productos con los que la industria no puede competir en precio, aprovechando la fortaleza que supone su agilidad productiva, niveles de calidad, singularidad, valores añadidos… es decir, su capacidad de competir en la producción de bajas cantidades y que por cuestiones de amortización de la inversión a la industria no le es rentable la puesta en marcha de líneas de producción para pocos objetos. Algo similar pasa con la importación masiva de productos de oriente que tiene su fortaleza en llenar contenedores de productos todos iguales, pero en cambio es muy poco eficaz en precio y tiempo cuando nos referimos a fabricar unas pocas unidades.

Por tanto hoy la producción artesanal sí que tiene sentido económico en un mundo tecnológico y globalizado con claros nichos de demanda para sus productos.

Un sector, que además y por cuestiones de la baja inversión inicial, es una opción interesante para emprendedores y una importante alternativa para aquellas personas que se han visto excluidas del mundo laboral.

Con el fin comprender la dimensión del sector, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicó en 2010 un estudió que permitió saber cuántas personas trabajan directamente en los oficios artísticos y tradicionales.

El estudio, después de bucear en las diferentes fuentes documentales y estadísticas, cuantificó en algo más de 200.000 empleos directos en España, de los que 7.000 corresponden a Castilla y León.

Si a estos números añadimos la importante relación que tienen estas empresas con el medio rural, junto a que un importante porcentaje de las mismas están gestionadas por mujeres, el sector comienza a tener una consideración muy diferente en lo cualitativo y en lo cuantitativo.

Pero junto a la invisibilidad, otro gran lastre del sector es su consideración social.

Es muy curioso, pero del uso del término “artesanía” sólo se benefician los que no son artesanos o la artesanía del lujo, y si ahora mismo hiciéramos una encuesta sobre lo que la gente piensa que es la artesanía, seguramente que con las respuestas podríamos componer una imagen con unas pocas referencias etnográficas de los oficios preindustriales y una mayor parte con alusiones a los mercados de calle, ferias medievales o similares.

Y es verdad que esto forma parte del sector, pero también es verdad que apenas supone algo más del 12% de la actividad.

El otro 88% tiene sus propios canales de distribución muy alejados de la imagen social que se tiene de la artesanía.

Y es que hay otra artesanía que no se ve.

Otra artesanía que genera productos de vanguardia, productos que cubren necesidades de otras empresas en otros sectores, productos que suman los valores de la excelencia, de la calidad y del saber hacer.

Empresas artesanas que están presentes en todas las actividades económicas como la arquitectura y la construcción, la restauración del patrimonio, las artes escénicas y audiovisuales, la caza y el caballo, los artículos religiosos, la moda y el complemento, el hogar y la cocina, la hostelería, el ocio y el tiempo libre, la formación… y así hasta cubrir todas las actividades económicas de la región.

Una realidad constatable es que en todos los sectores económicos de Castilla y León podemos encontrar talleres y artesanos produciendo.

Mercado de los productos y servicios artesanos.

Otro de los problemas en la identificación de la actividad productiva artesana es la hetereogenidad de productos y servicios.

Actualmente el Repertorio de Oficios de Castilla y León reconoce 164 actividades artesanas reunidas en 14 subsectores económicos que tienen como base de organización las materias prima utilizadas o algunos productos en general.

Este sistema de clasificación impide tener una correcta apreciación de la distribución de los productos contribuyendo a proyectar una imagen del sector vinculada, casi de forma exclusiva, con los productos etnográficos que está muy alejada de la realidad de los mercados actuales.

Como contrastes a esta visión, desde CEARCAL se han identificado los siguientes nichos de mercado con presencia de producto o servicios artesanos:

  • Artes escénicas y audiovisuales
  • Artes gráficas
  • Caza, pesca, caballo tauromaquia
  • Cuidados personales
  • Hogar
  • Juguetes
  • Moda y complementos
  • Muebles
  • Actividades musicales
  • Objetos religiosos
  • Productos tradicionales y etnográficos
  • Regalos
  • Restauración y rehabilitación de bienes
  • Turismo
  • Servicios
  • Otras actividades de difícil clasificación

Algunos ejemplos de empresas artesanas De Castilla y León:

Juan Villa

http://www.juanvilla.es/

Pablo y Mayaya

http://www.pabloymayaya.com

Archivolta

http://www.archivolta.net/

Luthier   Luis Fernández

http://luisfernandezluthier.com

Aquí se hacen santos

http://www.aquisehacensantos.com

En resumen, la artesanía es un sector que debe liberarse de prejuicios y que tiene que ser identificado dentro de las áreas económicas a las que dirige sus productos al margen de los repertorios de oficios artesanos agrupados por subsectores que se basan en las materias primas tradicionales como la cerámica, el vidrio, la piedra…

Un sector que reivindica ser visto con las gafas de la contemporaneidad y que es capaz de crear empleo, generar riqueza y sobre todo de ser útil a la sociedad al tiempo que mantiene la herencia patrimonial y cultural que suponen los Oficios Artísticos y Tradicionales.

Un sector cuyo mayor referente es la cualificación de sus actores (que se pone de manifiesto en el estudio sobre la competitividad de la artesanía del ministerio publicado en 2011) donde la formación continua es la mejor herramienta para aumentar esta competitividad.

La actividad artesana en Castilla y León en números:

  • Nº de empresas en el registro artesano de Castilla y León:
    • Cerca de 800 empresas registradas (registro voluntario).
  • Nº de empresas identificadas por el estudio de DGPyme:
    • 2.971 empresas.(4,8% del total de las empresas en CyL)
  • Empleo atribuido por el estudio de la DGPyme:
    • 6.899 empleados (3,4% del total del empleo en CyL)

La actividad artesana en España en números:

  • Nº de empresas identificadas por el estudio de DGPyme:
    • 61.657 empresas.
  • Empleo atribuido por el estudio de la DGPyme:
    • 194.000 empleados.
  • Valor añadido atribuido por el estudio de la DGPyme:
    • 4.000 millones de euros. (2.6 % del PIB industria y 0,45 PIB nacional)

Félix Sanz Sastre

Centro Regional de Artesanía de Castilla y León

Fotografía: Ángel Cantero

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.